La velocidad de transmisión de la noticia de la abdicación del Rey a través de twitter ha hecho que estos días escuchemos recurrentemente (aún más recurrentemente) eso de que el nuevo periodismoestá en las redes sociales. Mi opinión es la siguiente:

-Es cierto que el periodismo no puede (no debería) vivir de espaldas a las redes sociales, pero también es cierto que las redes sociales son mucho menos sin el periodismo. La noticia de la abdicación corre como la pólvora en twitter, antes de que compareciera Rajoy, pero a raíz de que un periodista la anticipara en un medio de comunicación digital. Los contenidos periodísticos que circulan en las redes siguen procediendo principalmente de los medios de comunicación y de sus periodistas, y en las redes se amplifican y alcanzan mayor difusión. Y en general, ¿de qué conversamos en las redes?. De los temas que difunden los medios de comunicación.

-No confundamos periodismo con el tipo de medio en que se ejerce.- Si nunca hemos identificado el periodismo con un medio concreto, ¿por qué esa obsesión por identificarlo ahora con las redes sociales? Se puede hacer periodismo en las redes sociales como se puede hacer periodismo en televisión, pero ni todo lo que sale en la televisión es periodismo ni todo lo que sale en las redes sociales es periodismo. Y desde luego, en las redes, hay más contenidos que no son periodismo que contenidos que sí lo son.

-El (falso) debate de lo digital y el papel.- Algunos le tienen unas ganas al papel que no acabo de entenderlas muy bien. El periodismo se hará donde tenga que hacerse, seguramente en soportes digitales sobre todo… pero ¿a qué vienen esas prisas por cargarse a la fuerza el periódico impreso? Personalmente, dudo que no vaya a haber mercado para ningún periódico de papel. También decían que en los soportes digitales los contenidos tenían que ser breves y livianos y llegó Jot Down y le pegó un revolcón a todo. Que habrá menos cabeceras que  se editen en papel, seguramente; que se enfocarán al fin de semana, quizás; que habrá que hacer un producto más diferenciado, lo suscribo. Pero ni el periodismo morirá con el auge de lo digital, como dicen unos en un extremo, ni tampoco necesitará de la desaparición del papel para poder sobrevivir, como quieren hacer ver otros.

-Los principales medios digitales son los tradicionales.- Algunos han querido aprovechar que la noticia del Rey la anticipara un medio digital (sin edición en papel) para avisar de un cambio de estatus entre los medios, de modo que los avanzados son los digitales que dan exclusivas y los atrasados son los tradicionales que sacan ediciones vespertinas en papel cuando está to el pescao vendío. La realidad es, sin embargo, que las cabeceras más seguidas en Internet son las que tienen periódicos de papel. ¿O no es así?

-Las redes sociales tienen mucho más de barra de bar que de medio de comunicación.- En la barra de un bar se comentan las noticias que hay en el periódico de papel a disposición de la clientela, y las que se han visto en la televisión. En las redes sociales se comentan las mismas noticias de las que se habla en la barra del bar y por ella se asoman los medios y los periodistas para dar sus informaciones. Desde luego, la capacidad y velocidad de propagación de la información no tiene nada que ver en el bar y en la red social, pero una vez más es preciso distinguir contenido y medio. Que las redes sociales sean medios de difusión de contenidos periodísticos dependerá de que haya en ellas contenidos periodísticos. No es el hábito lo que hace el monje. Es el contenido.

-Cualquiera no es periodista.- Hay una cosa que me fastidia especialmente de todo este run-runsobre las redes sociales. Y es la propagación de la especie de que hay ciudadanos haciendo en las redes mejor periodismo que el que hacen los periodistas que trabajan en los medios. Que para enterarse de verdad de lo que pasa en la calle lo mejor es acudir a las redes y no a los medios.  Y que en suma, y como ya comenté una vez, los mejores ingenieros no son los que trabajan para las ingenierías y las constructoras, sino los tíos sin experiencia y titulación que se dedican a diseñar autovías en su tiempo libre. Manda huevos.

-Las exclusivas no estarán (primero) en las redes.- Francamente, no lo veo. Se darán al minuto siguiente de que  se pongan en los medios, o se utilizarán para crear expectación, pero el que se quiera enterar de verdad de la noticia en exclusiva tendrá que ir al medio de comunicación y buscarla. De modo que sólo de manera muy relativa podrá decirse eso de que te enterarás mucho antes en las redes. El aviso probablemente nos llegará por esa vía, pero la exclusiva estará en un medio.

-Y los buenos análisis tampoco.- Los periodistas y analistas estarán todos probablemente en las redes, pero utilizarán estas como mecanismos amplificadores de sus contenidos, que estarán alojados en los medios.

-Ah, ¿pero es que hay un nuevo periodismo?- A mí, lo de nuevo periodismo siempre me ha sonado un poco excesivo, incluso para denominar esa renovación de estilo que trajo gente como Truman Capote, Gay Talese o Tom Wolfe, con cuyos nombres uno se pone de pie. Los géneros y los estilos cambian, cambian con los tiempos y cambian con los medios, y lógicamente el estilo periodístico en las redes (si es que existe algo que se pueda denominar así) no es el estilo de los periódicos, como tampoco los géneros de los periódicos son los de la televisión. Pero de ahí a que las redes sociales sean una forma de nuevo periodismo, me parece que va un abismo.

En suma, y como digo en el título, creo que las redes sociales no son el nuevo periodismo (ni de broma), lo que no quiere decir que no deban ser aprovechadas por los periodistas y los medios dentro de su estrategia de difusión, e incluso como una parte central de esa estrategia.