Pasión es lo que pasa cuando te acabas de enamorar, y es también el reencuentro con alguien que no veías hace mucho, pero que nunca dejó de estar, ni ella en ti ni tú en ella, son las miradas cruzadas de dos amantes que lo siguen siendo a pesar de llevar veinte años juntos, y es ese cruce fortuito e inesperado en la calle con la mujer que deseas.
Pasión es lo que se siente cuando tienes una idea, y te quema tanto en las manos, o más bien en el cerebro, y en el corazón, que no puedes esperar ni un minuto más a ponerla en marcha, y es la impaciencia hasta que ya es una realidad, y es la energía inagotable que te impulsa cuando la estás arrancando, y la que transmites a todo tu equipo.
Pasión es ilusión, una expectativa y un sueño, y es todo lo que pasa hasta alcanzarlo, la pasión es lo que te lleva a la meta, pero desde el amor por el camino, la pasión no está en el final, sino en el día a día, y sobre todo en los primeros días, la pasión está en empezar, en empezar constantemente, está en innovar, en reinventarse, en cambiar, sí, esa es la palabra.
Pasión es cambiar, experimentar constantemente, probar lo que no has probado antes, con la incertidumbre de no saber qué va a pasar cuando lo hagas, pero convencido en el fondo de que el experimento va a salir bien, y si sale bien, va a ser increíble, tremendo.
Pasión es es tener ganas, y bastarte con ellas, y darte igual que el fondo sea negro, y que todo esté en contra, porque si tienes ganas lo tienes todo.
Pasión es emoción, la desesperación por hacer algo que quieres hacer aunque no sepas muy bien cómo, es la piel de gallina y los pelos de punta, son los sentimientos a flor de piel, el roce, el deseo, y es el erotismo del emprendimiento.